Sentir que alguien te dice que quiere verte entrar a un edificio, que desespera por saber cómo subís las escaleras, de a cuántos escalones, ¿te agarrás del pasamanos o tomás el riesgo?, que ansía conocer sinceramente qué tanto te gusta sentirte en la terraza-cielo, si caminás por ahí sonriente o si temblás al asomarte por el borde y, más que todo lo demás, le intriga cómo te morirías al saltar, en qué tono sonaría tu último grito...
1 comentario:
Como esa tortura q rondea la delicia, enferma si.
Me hiciste acordar a esto:
"3"
Sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra.
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