lunes, 6 de diciembre de 2010

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¿De qué serviría la libertad abstracta que parece que queremos? Si fuera tan general, no la sentiríamos -como no sentimos el ser-. En términos concretos, este deseo abstracto es deseo de nada. Como reemplazo, un deseo fugitivo, un anhelo a la sombra de la maraña discursiva. Persecución de todas las libertades posibles, pero nunca de la libertad. Otra propuesta abstracta, como usted verá.

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