jueves, 29 de abril de 2010

310

Un planteo existencial, en términos anatómicos, es tener el costillar hundido tres centímetros en los pulmones.

309 - Discusión con Roger Caillois

Este francés entretenidísimo plantea que todas las civilizaciones conocieron las máscaras, incluso sin conocer elementos increíbles como la rueda misma, dejando a la primera como algo así como una parte contitutiva de lo antropológico por autonomasia.
En pleno sufrimiento y con la necesidad práctica de salir a la calle la pregunta es si pudieron mostrarse cara a cara. Acá caemos en un lugar muy peligroso. Hemos charlado junto con algunas personas acerca de que todo es signo. ¿Y si el rostro no lo fuera? ¿Y si la interpretación no fuera una ebriedad de adorno, una cobertura intelectualoide de una impresión primitiva que se agota en sí misma y que sobrepasa al comun de los signos -por no cerrar ya mismo el planteo y decir que los supera a todos?
Escribo en este momento totalmente condicionado por un evento particular, y puedo confesar después de haber confesado aquello otro, que la metáfora que me viene a la mente de forma obsesiva es la de salir a la calle mostrando sangre, nervios y músculos de la cara en lugar de mi cara. No sé si eso es para proteger, espantar, indistinguir, llamar la atención, o qué. Entonces aparece el texto de Caillois, y asocio los contarios rostro-máscara.
Mi cara no es la misma hoy, ya, mientras un revoltijo lo suficientemente fuerte me sacuda la cabeza. Mi cara es mi máscara. Yo no quiero esto que pasa. Que no le pase a mi cara.

miércoles, 28 de abril de 2010

308

Tomo al aforismo como un parche para mi vida agujereada.

martes, 27 de abril de 2010

307

Si alguna divinidad apareciera, no sé si lo mejor sería aplicarle una dosis de Bakunin y destruirla. Más bien habría creo que exigirle por todos los medios que se circunscribiera a su jurisdicción y que por nada del mundo se saliera de ahí, sobre todo que no se metiera en la ciencia.

domingo, 25 de abril de 2010

306

Parece una provocación la tensión vivencia-memoria. Que tengamos muchas menos posibilidades de experimentar algo que de arrepentirnos tanto por haberlo experimentado como por no haberlo hecho es algo que me irrita sobremanera.

sábado, 24 de abril de 2010

305

A lo mejor las ganas de que sea el fin de la historia son la manifestación del anhelo por ser finalmente el ojo que mira desde afuera...

miércoles, 21 de abril de 2010

304

Querer conocer a veces aplasta. Me gustaría que fuera menor la cantidad de cosas pendientes, pero sé que sin ese cúmulo innumerable, lo que queda no sería tal y como es, como me gusta actualmente. Es decir, para que lo que me gusta me siga gustando a la manera en que me gusta, necesito que lo que me aplasta exista a la manera en la que existe, aplastantemente.
Habrías otras, pero...

lunes, 19 de abril de 2010

303

Cuando decimos que el lenguaje es como una jaula, más palabras, ¿es hacer crecer la jaula? ¿es poner más barrotes, con lo que dificultamos la percepción del exterior? ¿son las palabras barrotes o el espacio entre ellos? Vengan más preguntas, que las hay.

domingo, 18 de abril de 2010

302

El problema de quienes no han logran estadios de calma en soledad se debe en parte a que no siempre están a la vista los rincones mullidos del alma donde recostarse.

sábado, 17 de abril de 2010

301

Más que el platónico y necrófilo dejar de lado el cuerpo, dejar de lado la memoria, e ir con el cuerpo manoteando despacio una conciencia nueva y efímera, un castillo de naipes con muchas habitaciones para el placer, a buscar lo que se dejó atrás y agregarlo a ésto novedoso. Llamémoslo recuerdo inverso, mejor acomodado ya.

lunes, 12 de abril de 2010

300

¿Qué me dicen si propongo que la vigilia es el apellido del sueño?

martes, 6 de abril de 2010

299

Como si me hubieran barajado junto al destino, una espada y una pared... sin saber ahora en qué orden estamos, si estamos.

viernes, 2 de abril de 2010

298

El bigotudo amigo de Juan Rizzo dijo que el hombre es como una cuerda sobre el abismo, en una definición antropológica entre montañista y circense.
Yo a veces lo siento al revés; que estamos parados sobre el abismo tendido encima de las cosas y que no hay manera de alcanzarlas. Si ese sentimiento persiste hasta llego a sentir nostalgia.