jueves, 6 de noviembre de 2008

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Un verdadero dios... ¿se tomaría el trabajo de hacer un paraíso para que la gente se muera?
A ese invento con constancia en el tiempo preferiría llamarlo tecnología mental. Es un aparatito que, después de inventarlo, fueron volviendo un poco más ergonómico a medida que ya su uso provocaba ampollas en las manos. Tiene asideras en Roma y se puede usar con la mano derecha o la izquierda, trae su caja con sus partes intercambiables. Falta la advertencia a los menores de edad que puede intoxicarse si lo ingiere, o se lo mete por la nariz o las orejas...

2 comentarios:

Matías dijo...

muy interesante planteamiento...

María (Letras) dijo...

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, ya entendí (¿viste que sólo necesitaba estar más despierta? No es que sea tonta ¡lo juro!). Pasa que con "ese invento" yo entendía que te referías al paraíso.
Bueno, beso qüis. Te quiero (lo que demuestra que no soy tan catohólica, porque si así fuera me caerías mal)