martes, 27 de julio de 2010

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Aquello a lo que no encontramos sentido nos insta a hablar de ello. En primera instancia parecería una tarea contradictoria, siendo que hablar es darle sentido a algo que se dice, pero, curiosamente, al afirmar esto constatamos un segundo nivel problemático frente al sinsentido: que no podemos encerrarlo, sino todo lo contrario, pareciera que cuanto más indagamos en su estudio más profundo nos envuelve.
Estoy seguro de que si fuera un objeto ya lo habiéramos encerrado en algún tipo de jaula especial y estaría protegido en una bóveda al resguardo de los curiosos investigadores y de los rebeldes sin causa también. Ahora me pregunto, ¿qué sería de nosotros si no conociéramos nada que nos resultara completamente inasible?

4 comentarios:

Ana Vázquez dijo...

Me ha gustado mucho tu entrada, me pasaré a visitarte de vez en cuando.
Un saludo.

franco dijo...

Como dicen mis queridos Standstill, tus compatriotas, en la canción El resplandor, de su último disco: vuelve, vuelve, vuelve ^^

V a v o dijo...

He ahi la ilusión de la RAE, tratan de encerrar el idioma entre los barrotes de la corrección lingüistica, como si el castellano al que tantas velas le prenden no fuera más que un latin completamente degenerado. Ja! ya lo boté. Lo cierto es que cada vez que logramos darle sentido a algo este mismo genera de si multiples sinsentidos, como una Hidra de misterios. Y en respuesta a la pregunta que preguntas sin tal vez esperar respuesta: ¡No se que sería de nosotros!

franco dijo...

Totalmente de acuerdo. Creo que quienes pretenden que el habla sea acorde al diccionario son perfectamete análogos a quienes pretenden que la biblia rija la totalidad de las vidas. Las prescripciones lingüísticas siempre tienen el riesgo de que si no se revisan a tiempo, quien se atiene a ellas pierda la capacidad de comprender el entorno cambiante en el que el habla se desarrolla. Imagino un gramático que viviera un par de siglos atrás en la mismísima capital de España intentando comprar un diario en un kiosko de mi ciudad...
Sobre la pregunta, creo que ocurre lo mismo que mencionabas sobre "una Hidra de misterios". Cada respuesta que apareciera desataría más posibilidades, y conservaría su estatus de pregunta.
Una vez más, me has puesto a hablar!
Mis saludos!