miércoles, 16 de junio de 2010

348

"Mi madre me ajusta el cuello del abrigo, no porque empieza a nevar, sino para que empiece a nevar". (César Vallejo)
Entre el hastío, la curiosidad, la propensión a la acción y los méritos ajenos, me dan ganas de construir una pirámide no para un muerto, sino para que alguien se muera.

4 comentarios:

V a v o dijo...

¿se muera de la envidia?.

Asi no vas a salvar tu alma franco jaja.

has estado rediseñando los rincones con calidos colores.

franco dijo...

No creo que mucha gente me envidie, a no ser por condiciones materiales (no me falta comida, no me falta techo, no me falta ropa).
Y, no ajaj capaz que no sea este el mejor camino para salvar mi alma :P
Los rediseños.. sí, ya que blogger me presta unos diseños más lindos, los aprovecho jijij

V a v o dijo...

Me refería a la envidia producida por que tu solito has hecho una pirámide. Te aseguro que a unos cuantos egipcios y por ahi un par de mexicanos van a estarlo. Claro, a menos que hagas una piramide de naipes y ahi si no creo... Recien me doy cuenta que una piramide no tiene por que ser gigantesca, y q tal vez la que tu quieres hacer es chiquita, como para hormigas, en ese caso todo seguiria igual y solo te envidiarian, los que no tienen comida, techo ni ropa.

franco dijo...

Creo que cuando pensaba en la pirámide la tenía más bien como símbolo de algo enorme, y ahora que reviso la idea, no todo lo enorme es tan grande como una pirámide...