...se entenderá esto o no se entenderá nada
Nombrar es intentar desesperadamente dejar algo quieto, aunque hasta la palabra misma pueda deslizarse de un lugar a otro, con o sin consentimiento expreso del parlanchín incontenible. Tal vez no ponerle un nombre a algo -tarea noble y honesta, considerando que en escasas ocasiones se conozca algo de manera acabada- sea la mejor manera de dejarlo transcurrir, acontecer por primera vez un poco cada vez, aunque se imponga ante la mente un nombre, como fantasma de algo que todavía no murió.
2 comentarios:
El tema de los nombres es muy interesante. Por ejemplo, ¿los eventos tienen nombre? Por lo que entiendo de tu post, la idea es que 'bautizar' algún acaecimiento es meterlo a la fuerza en un molde que no le hace justicia (y en el fondo no es suficiente para contenerlo). Lo que creemos que corresponde a los 'nombres' son simplemente fantasmas de algo que todavía no existe o que nunca existió del todo. Y es una intuición interesante. Otra intuición interesante es que parece que los 'nombres' cumplen un papel importantísimo en la historia (o las narraciones en general). Cuando preguntamos por lo que le pasó a Fulano, no aceptamos que nos cuenten lo que le pasó a Mengano. Salvo que Fulano o Mengano sean nombres de 'fantasmas', y no se correspondan realmente ('exactamente') con 'nadie'. Pero incluso en los relatos de ficción exigimos cierta coherencia de los espectros que los protagonizan. Por ahí nuestra manía de andar 'bautizando' cosas o eventos no es más que un subproducto de nuestra afición a los relatos. Qué se yo, por mi parte estoy dispuesto a renegar de cualquier metafísica, pero no me pidan que renuncie a un buen cuento.
En fin, por ahí no tiene nada que ver, pero justo estaba de visita por tu blog, y es uno de los pocos temas en los que puedo comentar sin quedar como un ingorante o un amargo, jejeje.
Un abrazo.
Risas por el final. Esto de andar por rumbos literario-filosóficos distintos nos pone en ignorantes mutuamente. Qué loco. No sabemos los nombres que nos hacen falta para poder pelear, que en definitiva es lo que haríamos. Para ver la tiene más larga, a la argumentación.
Por lo demás, sí venga la ficción, aunque tu querer a Borges tenga mucho de ficción metafísica jaja
El siempre presente en mí Pessoa die "come chocolates, niña, come chocolates, mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería. Ojalá yo pudiera comer chocolates con la misma verdad con que los comes, pero yo pienso". O algo así. Y si no leíste "Tabaquería", y aunque no te guste la poesía, es una lectura que si no te gusta ahora mismo, te va a gustar. Hasta se podría pensar en meterla en prosa y sacarle lo que tiene de verso, y clavársela a algún antipoesía sin que se diera cuenta xD
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