miércoles, 24 de diciembre de 2008

91

Siempre existieron las preguntas en las personas. ¿Qué cambió internet con los blogs, fotologs, msn y demás sitios donde una persona se muestra ante un sinfín de personas? Que ahora esas preguntas no atormentan solamente al que se las formula, sino que aturden a cualquiera que las vea, aunque sea sin querer.
Cruzarse con alguien que está llorando es una extravagancia (puesto que generalmente se llora recluído, quizás con la sensación de estar al resguardo de algo, como si achicando la habitación del llanto se representara una vuelta hacia uno mismo, donde los demás no pueden entrar realmente), pero ver un e-llorante es mucho más sencillo.
Dar un paseo por internet es casi obligadamente someterse a una situación como la de aquel samaritano, pero acá en el camino aparecen miles de personas en apuros, como si uno quisiera verlas, como si no tuviera otra cosa que hacer.
Me pregunto si realmente esperan ser socorridos, o si socorrerlos les dejaría sin saber qué hacer. Si esa postura de mostrarse miserable es a lo que se aspira, satisfacer ese padecimiento inventado dejaría a más de uno sin saber hacia qué dirección seguir. Puede que, al final, sea mejor restarle importancia, por ser pose y no realidad, y dejar que cada uno siga exhibiéndose como se le antoje sin intentar calmar sedientos.

No hay comentarios: