domingo, 4 de enero de 2009

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En ocasiones, en lugar de aprender a manejar una situación incómoda, una persona toma la decisión de alejarse de algo que le provoca displacer. Para esto, -en el mejor de los casos- localiza el objeto primero, para posteriormente encaminarse en la dirección contraria a la ubicación del mismo. Tanto como se pueda. Hasta este punto, quizás se pueda coincidir.
El problema srge cuando la ceguera es tan enorme que le impide discernir distancias límite y, de tanto alejarse, acaban por dar la vuelta al mundo, volviendo a estar parados justo al lado del causante de su alejamiento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

You are RIGHT!!

Vir !

Unknown dijo...

yo sueño con una sociedad donde no haga falta guillotinar a nadie

Anónimo dijo...

De dónde me suena esto.. uhmmmm...